¿Qué es la Semana Santa?
Quizás esa pregunta ronda por las cabezas de muchísimas personas, cofrades y no cofrades. Y es que ahora que se acerca la Navidad y que ya vemos cada vez más cerca la semana más esperada del año, no sería mala idea volver a plantearse esa cuestión, ¿Qué es? Y ¿Por qué se celebra?Si les soy sincero después de tantos años como llevo, siendo cofrade aún no soy capaz de responder, pero creo y estoy seguro de que no me equivoco, que no soy el único, y voy más allá creo que no hay una sola persona capaz de definir la Semana Santa en este planeta.
La Semana Santa es algo tan íntimo que cada persona lo vive como considera. Como bien dijo Antonio Banderas en su pregón "Hay tantas Semanas Santas y formas de percibirlas como cofrades" y es una realidad como la mismísima Catedral de grande. ¿Cómo es posible? ¿Cómo es posible que una simple imagen o un simple trozo de madera tallado sea capaz de mover masas y de crear esa pasión que arde en el corazón de cada persona todas las primaveras? Si fuéramos capaces de entenderlo entenderíamos la Semana Santa y por suerte o por desgracia no la entendemos.
Está claro, no sabemos lo que es la Semana Santa, no existe una sola persona en este planeta capaz de definir ese sentimiento, pero hay algo que sí sabemos dónde está la Semana Santa.
La Semana Santa está en esa palma que ni las más mayores se olvidan de comprar todas las primaveras para recibir a cristo en sus balcones como cada año. La Semana Santa está en ese nazareno que con un rosario en la mano y con toda su fuerza agarrada a una vela avanza por Calle Larios sin despegar ni un momento la mirada en su cristo. La Semana Santa está en los que ya no están, en los extranjeros que se bajan del crucero en el puerto y al llegar al centro ansiosos de conocer la ciudad se encuentran con la grata sorpresa de que la Esperanza está en la Alameda. La Semana Santa está en los hombres de trono, está en los mayores que viven solos y que por una sola vez al año Cristo va a visitarles. La Semana Santa está en cada palio, en cada manto, en cada toque de campana, en cada hombro, la Semana Santa lo es todo.
Fotografías: Ángel Lacha